
El viaje continuaba, estaba demasiado cansado, tenia mucha hambre y me detuve en virundo pero no podia entrar a la ciudad a buscar comida porque tenia que volar aún más. Solo encontré un caramelo de menta en uno de mis bolsillos y esto me bastó como para seguir el viaje y tener más valor.Y a pocas horas de ahí, mis manos y mi cara se congelaba entre las nubes frías y a lo lejos detectaba otra nueva destruccion de una nave...todo esto tenia que frenar de una vez, vencer o morir estaba a mi control. Me ubiera encantado detenerme siquiera por un cuarto de hora de tiempo a comer un racimo de tankar pero estaba de demasiado prisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario