sábado, 16 de marzo de 2013

La piedra misteriosa del pueblo de Virundo

Era media noche, en el pueblo de Virundo.
La población está al pie de un cerro de forma piramidal, cuyo nombre es Keskaray. En la cima de este cerro hay una cruz. Y al pie de esta cruz, hay unas cuantas piedras. Estas sirven de asiento a los que suben hasta allí arriba, para mirar el pueblo.
 Todos los pueblos tienen su mirador. Desde aquí se domina con la vista mejor, la población.
Yo me hallaba sentado cómodamente, sobre una de las piedras, como un rey en su nuevo trono. Estaba desnudo, aunque ataviado con algunos retazos de plásticos, lo cual resultaba abrigador para mi. Contemplaba yo la población en aquel momento, con los ojos fijamente, sobre las sombrías casas que rodeaban la plaza de armas. Estaba yo como si estuviera un poco perdido en mis propios pensamientos.
Me llamo Hardy Peter Pan. Vivo en este pueblo, desde hace un buen tiempo. No digamos años. Aunque nunca me lo sé del todo: de donde soy, quien soy, y todo eso.
Así estaba yo. Pero poco importa eso, para nuestro relato. Lo más importante, es que me lo sé algunas cosas: la mayoría de los habitantes de este pueblo, se acuestan temprano. Por ejemplo, aquellas horas de la media noche, ya parecían todos estar roncando. Salvo algún borracho habitual estuviera discursando en alguna esquina, ante su propia sombra. Entonces, es aquí a estas horas, yo estoy a la vigilancia, con la vista pegada sobre la población. No vayan a pensar que soy un espía, nada de eso. Sólo trato de estar a la expectativa. A la espera de cualquier ac
ontecimiento extraordinario, que pudiera suceder. Lo cual en el pueblo de Virundo, siempre suceden cosas: algunas increíbles y otras asombrosas. Es lo bueno de Virundo.
 Es así, que esta vez, presentí algo. Incluso un olor extraño me llegó a mis narices. A lo mejor pensé, que no podía ser otra cosa que… tal vez… mis propias imaginaciones. O, ¿alguien estaba cocinando  a esa hora y se le quemaba el arroz? Unm, no podía saberlo. Entonces aparté los ojos del pueblo. Luego miré a un lado y a otro, como si quisiera sacudirme de mis malas fantasías. Hasta que me quedé mirando arriba: Allí estaba, el mismo cielo oscuro y estrellado. Debo confesar: amo el brillo de las estrellas y el tiritar de sus rayos, son mágicos.
Pero mientras contemplaba así el firmamento, vi salir detrás del monte más lejano, una estrella diferente. Debió ser algún meteoro, me dije, pensé. Era como una estrella herrante, y se desplazaba entre otras estrellas. En un momento me pareció le abrían paso.
De modo que iban pasando minutos, me parecía cada vez más brillante y cerca, ante mis ojos. A tal punto, que en otro instante pensé que eran mis propias lagrimas y me restregué los ojos creyendo que estaba llorando. Siempre que miro el cielo me ganas de llorar. Pero ésta vez no estaba llorando algo así.
La estrella herrante cruzó el cielo, y se ocultó detrás de la silueta de otro monte oscuro y lejano. Y luego, traté de no pensar más en estrellas. Menos fijarme en estrellas herrantes.
 Así volví los ojos al pueblo que estaba a mis pies. Pero de repente sucedió algo. En vez de haber sido una estrella viajera, esta vez volvió aparecer justo detrás de mi. Esto, como si hubiera dando una vuelta siniestramente, por detrás de los cerros que estaban a mi espalda.
 En efecto, un gigantesco disco plano y plateado pasó sobre mi cabeza. Me sobresaltó esta vez. No era un perfecto disco plano, más bien como un plato de sopa invertido hacia abajo; salvo en la parte superior, había una especie de cabina amplia de mando, y con una hilera de ventanas que rodeaban. Y vi también encaramar a los barrotes de las ventanas, unas criaturas extrañas. Esto como asoman los niños a las ventanas de su habitación, para echar un vistazo fuera. A lo mejor me pareció como cuando un bus llega a su destino final y los pasajeros pegan narices a la ventana.
Las extrañas criaturas parecían humanas, pero no tanto parecían. Aunque admito que se parecían un poco a mi, tampoco mucho. Mi piel es cambiante, de verde a azul de vez cuando... En un instante me sentí confundido. Hasta razoné: ¿Cuántas clases de razas de criaturas pudieran existir en el universo? ¿Cuántas estarían dispuestas a visitarnos…?
No había tiempo para reflexionar. En mi rápida conclusión, se trataba de alguna nave visitante y tripulada. Tengan en cuenta, no era una de aquellos ridículos platillos voladores de fabricación nazi; tampoco esas imperfectas norteamericana… algo así. Menos podía ser, como lo que vemos en películas. Sino lo que pudieran imaginarse, mejor uno. A primera vista ésta era de fuera. Me refiero fuera de este planetita, si es que no me equivoco, y ni he incurrido en una ofensa a este hermoso planeta grande. Aunque no me gustaría llamarla: minúsculo planeta, microplaneta…
—Sois un idiota, colócate a la altura de nuestro objetivo—oí decir a uno, que parecía tener orejas de cerdo. —¡Silencio!—dijo el otro, olisqueado el aire, como olisquea una rata queso. Y después, giró la nave   haciendo una maniobra complicada. A lo mejor los tripulantes no se dieron cuenta, de que alguien como yo, los estaba observando. A lo mejor también, creyeron que todos los virundinos, estaban en caqma a esa hora, entregados al dulce sueño. ¡Esto sí que era verdad!

Entonces la nave flotó silenciosa y lentamente, ante mi atenta mirada, hacia el centro del pueblo. Hasta que se situó sobre la plaza de armas, a una altura como prudente, como quien estaciona un vehículo. Y se quedó estático.
Las luces de los postes en las calles y de la plaza de armas se apagaron. Todo quedó a oscuras, entonces. Después, de la base de la nave se proyectó un rayo de luz, en forma de un halo circular alargada, hacia abajo. Esto como quien alumbra a una hormiga con una linterna. El color de aquella luz era azul eléctrico. En aquel momento, recordé que soy un guardián de este pueblo. Y, comprendí que ésta vez, una nueva amenaza acababa de llegar al pueblo.
Esto podía significar un peligro. En verdad, estaba a punto de consumarse una fechoría; era momento de detener.
Así que me levanté de un brinco. Y corrí ladera abajo, derrapando, tropezando. Y, dando tumbos entré al pueblo. Después, el recurrido de la sinuosas calles de tintimpata, me demoró apenas sólo unos 30 segundos…
 Y cuando salí a la plaza de armas, no pude creer, lo que mis ojos veían. En aquel momento comenzaron a ladrar los perros, un tropel de asnos cruzó mi camino. Mientras tanto, la nave extraterrestre estaba estacionada a sólo unos 20 metros de altura, sino calculé mal. Desde allí emitía un escalofriante sonido, ésta vez, como el siseo de varias teteras hirviendo. Y la gruesa luz perpendicular que caía a plomo, apuntaba justo sobre la Misteriosa Piedra.
Un momento, antes. Para los que no conocen qué es la Piedra Misteriosa, deben saberlo de una vez. Es sólo una piedra, de forma acampanada, y de procedencia misteriosa. Nadie sabe quién la talló y usando qué herramienta. Y, se encuentra en el pueblo de Virundo.
 Al parecer la estaban forzando, para arrancarla del suelo y levantar. Porque el rayo de luz, al tensar, cambiaba de color. Y un ligero humo se arremolinaba alrededor de la piedra, probablemente al hacer el esfuerzo.
Pero como la piedra misteriosa era pesada y adherida fuertemente al cemento, no era tan fácil, como habían pensado. Y el ladrido de los perros todavía se intensificó aún más escandalizada, comenzando a despertar a todo el pueblo. “¡Oh, no, no! Esto no me gusta para nada. Extranjeros, dejad en paz el pueblo” murmuré entre dientes, aunque sólo era para mi. Pero al parecer me oyeron también.
En seguida, tragué saliva y aire suficiente, hasta que mis pulmones silbaron de nerviosismo. Y lancé un grito de alarido al aire. Bien hubiera sido, considerado un aullido o un grito de auxilio, de alguien al borde de la muerte. Pero lo hice a todo pulmón, para evitar que se llevaran, el tesoro del pueblo.
El perpendicular rayo de luz, que había estado tironeándola a la misteriosa Piedra, se esfumó. De tan repentinamente.
La nave extraterrestre, había desaparecido, en un cerrar y abrir de ojo. Me quedé mirando el sideral cielo llena de estrellas, desconcertado. ¡Rayos! A lo mejor, ví alejarse a esa cosa, a una velocidad increíble, por encima de la tortuga luz y del sonido. Tal vez fue un teletrasporte o como por arte de la magia.
Y en seguida, corrí hasta donde estaba la piedra misteriosa, como quien acude a una victima. Esta yacía fosforescente, la toqué, la acaricié, como si verificara lo completo que estaba. Estaba recalentada, eso sí.

La piedra acampanada de Virundo
¡Menos mal! estaba completa, tal como era. Ni un desportillamiento, ni una marca habían dejado. No había sufrido daño alguno, como imaginé en algún instante. Más bien, aún estaba envuelta en un extraño olor repelente, como plástico quemado o azufre.
Para los que conocen a esta piedra misteriosa: aprended a conservarla, los extranjeros la quieren recuperar; y para lo que no han visto jamás esta piedra (llamada así misteriosa, repito, no se sabe de donde ha venido), en verdad existe. Y, está en una de las esquinas (hacia el norte) de la plaza de armas del pueblo de Virundo. Allí descansa tranquila. Si se observa detenidamente a la luz del día, es una simple piedra, tallada en granito; y, si se la mira de noche su aspecto varía.
Cualquiera pensaría antes de apartar la vista, que no es más que una piedra común, insignificante, que no parece tener nada de misterio. Pero no equivocáis… ¿Y cómo describirla en mi pobre lenguaje, si carezco de palabras?: sólo imaginaos a una campana. Comparad siempre con una campana. Pero a diferencia de las conocidas campanas que acabas de imaginar, la parte superior es hueca. Tiene una abertura no sé de cuántos diámetros ¡Hoy mismo salgo con wincha en mano a medirla! Así tendré a disposición la medida exacta.
Los visitantes extraños, no habían logrado su objetivo. Los espanté. Se han ido descontentos y con las manos vacías. Los he pillado con las manos en masa.
El ladrido valiente de los perros, y el grito desesperado que lancé al aire, los ha frustrado. Aunque no puedo saberlo: quienes eran estos, cómo se llamaban… A qué clase de razas pertenecían. Ojalá no vuelvan.
Y sea lo que sea, o sean de donde sean, hoy mi pregunta para ellos es: ¿para qué querían llevarse una piedra así? Quizás sabremos algún día…, sino, nuestra historia tendría que morir aquí.

domingo, 15 de abril de 2012

El Virundino Hardy Peter Pan


Ilustración de Hardy Peter  Pan en la plaza de Virundo
Mi nombre es Hardy Peter Pan, apenas soy un fantasmita. Nací hace mucho tiempo. Os ruego, que no vayan a asustarse de mi, sin antes de saber quién soy.
Honestamente quisiera también saber, a cerca de quien soy y de mis padres, si es que no he perdido la memoria por causa de algún accidente.
Sólo sé una cosa: me desperté aquella tarde, en la plaza de un pueblo desconocido, llamado San Juan de Virundo. Esto es importante, si es que todavía no tenéis idea, el pueblo de Virundo está en el corazón de unas lejanas y elevadas montañas.
Y, entonces, aquella tarde, mientras yacía de espaldas en el suelo, lo primero que recuerdo es haber contemplado largas horas el cielo gris, con mis tristes ojos; luego haber descubierto que podía respirar y moverme.
Es así que, me puse de pie. Las personas pasaban cerca de mi, sin siquiera mirarme, exactamente como si yo fuera una cosa sin importancia. Y empecé a caminar entre la gente, pero había un problema, al parecer nadie me veía.

Recuerdo también que una persona me pisó el pie, y, otras me atravesaron el cuerpo, como si yo fuera una  sombra, un aire... Entonces sólo así, comprendí que yo era un fantasma, ¡qué triste para mí!
Muchas horas pasé angustiado y deprimido, acurrucado en un rincón de la plaza, bajo la lluvia. Quería llorar y lamentar mi destino. Al saber que yo era diferente a ellos, y pensar que nadie me iba aceptar, nadie.
Ya saben, que a los fantasmas no se le puede ver ¡mejor dicho!, que se le puede ver, sólo de vez en cuando ¿Verdad? Yo era uno de estos.
Aunque traté de convencerme, de que yo estaba echo a imagen y semejanza de las personas humanas, no podía ser igual a ellos. ¡Las personas seguían sin verme!
Y, pero después de aquella noche de oscuridad, tuve una mejor mañana. Sonreí pronto, al encontrar un amigo: un perro grande y probablemente abandonado por sus dueños; y mi segunda alegría fue también al descubrir un grueso y añoso árbol de eucalipto, a la cabeza de la plaza. Más o menos cerca de la iglesia católica y la torre. La idea que tuve, es que: podía servirme de casa, y, así tener dónde pasar todas las noches.
Así que mi segunda noche, pasé allí arriba, balanceando rama en rama como un mono, poniéndome cómodo. Y mi perro, mejor dicho mi amigo Boby se quedó abajo, al pie.
Recuerdo también haber leído, en aquella mañana, una noticia de un periódico que decía: “hallan trozos de u meteorito caído en plena plaza de armas del pueblo de Virundo…”. Aunque no comprendí tanto el sentido de aquella noticia, mi alegría se debió al haber logrado leer, por primera vez en mi vida, un periódico de los humanos. ¿De donde me venía esta capacidad?, algún día me lo explicaré.
Era mi tercer día, Boby y yo, nos dedicamos a vagar juntos por la plaza y sus jardines. Mi primer disgusto fue, que estuve sentado en uno de los bancos desocupados. Pero vino una mujer gordísima, se sentó sobre  mi. Y me soltó una terrible ventocidad con olor a no sé qué diablos, y tuve que deslizarme (aunque con mucha facilidad), para no convertirme en esa persona.

Y después de haber pasado más de una semana desnudo, empecé a sentir vergüenza. Razón por la cual, también empecé a fabricar mi propia ropa, utilizando retazos de plásticos. Y por vez primera, oí murmurar a una persona al pasar cerca de mi: “ay, pero qué mendigo”. Yo no era mendigo, ni lo estaba pidiendo una limosna. ¡Y lo peor!, o ¿es lo mejor? Habían dicho algo sobre mi, como si me hubieran visto materializado. Sí, es lo que era yo.
La posibilidad de que pudieran las personas verme con ropa, aceleró los latidos de mi corazón. Así  que, en seguida, me di cuenta de que con la ropa puesta encima, podía yo ser visible ante los ojos de las personas humanas. Una ventaja: despojado de la ropa podía yo oír y espiar de cerca a las personas, sin que me detectaran.
Unos días después, la misma curiosidad en mi, me llevó a conseguir un par de zapatillas blancas, un pantalón jeans de color azul y un polo oscuro. Aprovechando de mi cuerpo invisible robé estas cosas. Y me vestí en lo alto y frondoso árbol casa, muy emocionado y nervioso.
En seguida bajé. Boby me ladró como un saludo, y juntos caminamos contentos por unas calles empedradas. Y un grupo de niños me señalaron: “miren, es un Hardy Peter Pan”. Es lo que oí una segunda opinión de unos niños humanos, a cerca de mi. Me pareció mejor que la anterior. A todos nos gusta que nos llamen por nuestro nombre. Aunque raudamente me escondí y me despojé de la ropa, después, para luego,  subir a mi casa árbol, dejando mal parado a un descontento Boby. Y las siguientes horas pasé reflexionando un poco a cerca de mi. Supuse que eso debía ser mi nombre, aunque averiguarlo el origen, por el momento prefiero ignorar.
Y, después de haber trascurrido mi vida, unos días más, tomé una firme decisión. Me decidí ponerme al servicio de este pueblo.
Me ofrecí ser guardián leal y valiente del pueblo (aunque no podía ser tan valiente). Todo esto, en gratitud al pueblo donde por primera vez, vi la luz de la vida. Todos debemos ser orgullosos de donde hemos nacido.
Los guardianes cuidan y protegen, de día y de noche, luchan contra los posibles enemigos. En aquel momento, pensé también, ¿quiénes serían esos enemigos de este pueblo? No podría saberlo. Averiguarlo eso, seria mi primera acción.
Oí también que los guardianes portan armas. Así que después de averiguar mucho a cerca de armas, me urgió tener una. Las hay de todas formas y tamaños; pero yo prefería algo diferente.
Esto me serviría de alguna manera, para luchar contra esos enemigos que pudieran estar al acecho (quien sabe en este mismo momento…). En el comienzo no tenía la menor idea de dónde conseguirlas.
Pero la idea me llegó pronto. Mientras removía y rebuscaba en un basural, por supuesto en compañía y bajo la interrogante mirada de Boby, no dudé en encontrar.
Esta vez, encontré una gran tapa de una olla metálica. Esta sería perfecta, para escudarme. Más tarde cuando empecé a perder la esperanza, luego de haber descartado una serie de objetos: cucharones, machetes, bastones… quedé impresionado y convencido: por una vieja y oxidada espada. Las siguientes horas pasé puliendo, hasta que quedó como nueva. Así que, ya tenía un escudo y una espada.
¿Y ahora los enemigos…? Aunque me era inevitable, preferí no pensar en ello. Desee que el pueblo de Virundo viviera en paz, al menos cientos de años. Sí, en paz, eso sería mejor. Todos queremos eso. Pero casi en seguida sucedió algo…


Todo comienza, cuando aquella noche estaba yo sentado en la cima de mi casa árbol. Ya menos preocupado y disfrutando los rayos de la luna llena, respirando las suaves brisas, mezclada con la mejor aroma de los campos. Eso sí, atento a cualquier cosa extraña. Por una parte, era como si yo estuviera esperando algo, y, por otra, como si estuviera un poco ansioso de probar la solidez de mi escudo y el filo de mi espada. Así que, en seguida, detecté la llegada de un extraño personaje al pueblo.

Al principio no supe de quién se podía tratar. Pensé, tal vez era algún ingeniero, un arqueólogo…, un traficante de drogas o quien sabe un terrorista; pero tenía que ser ese alguien. El instinto me cosquilleó, entonces. Pues, me di cuenta, que este personaje venía con la clara intención de robar la campana del pueblo.
Robar una campana es grave delito. Y, la campana de este pueblo no podía ser robada, porque es la única en su género y el único tesoro de altísimo valor de Virundo. “Es hora de actuar” pensé, en esta oportunidad.
Así que, de un salto bajé del árbol y le desperté a mi amigo:
—Boby—le dije al oído—, tenemos un visita, mantente despierto.
—Como de lugar, tenemos que impedirlo—me respondió él, aún somnoliento—. A las armas hermano Hardy Peter Pan.
—No. Aguarda Boby—le dije—.Tenemos que ser cautelosos, no podemos cometer un crimen barato. Sígueme.



Así que, desde entonces, mi plan es impedir cualquier enemigo del pueblo de Virundo. Y dar bien venida a los buenos y castigar a los malos.




      Esta historia continuará...

martes, 3 de abril de 2012

Virundo y su castillo

Para quienes no conocen el pueblo de Virundo, aquí teneís una imagen fantástica de uno de sus paisajes. Si bien es cierto, este pueblo llamado así, está nada menos que en alguna parte del Perú, en el corazón del departamento de Apurimac.
Kewñawayko, lugar donde crecen kewñas
 Este paisaje es real. Y se encuentra al sur del pueblo. Por aquí pasa un importante camino grande, hacia Arequipa.
Aunque no es cierto que existen castillos en este lugar, pero hubieran existido unos fantasticos castillos.
Pues, es un lugar como para unos castillos. Apropósito, ésta imagen se logró usando fotoshop para reconstruir el sueño de una persona. Un viajero que pasó por este camino, al descanzar se había quedado dormido. Y, en esta siesta visualizó un castillo así, de un color azul, imponente y con sus torreones puntiagudas.
A todos nos fascina los castillos de la edad media, sobre todo castillos con principes y princesas hermosas y los dragones.
Bueno, este castillo es sólo producto de un sueño, nada más.

lunes, 19 de marzo de 2012

Un día martes Hardy Peter Pan en Virundo




Era un dia martes como cualquier dìa, en la ciudad de Virundo. El cielo era claro, de un fino azul sin rastro de una nube que sugeriera una tarde lluviosa.
Nuestro personaje de esta historia, el fantasma Hardy Peter Pan como de costumbre, habìa salido de su escondite (el árbol eucalipto de la plaza de armas de la ciudad). Pero antes habìa echado un pequeño hechizo, para que el árbol permaneciera invisible a los ojos de los transeuntes ésta vez, lo cual ya era casi aceptable para sus habitantes.
Y , es asì, que habìa salido a dar un paseo largo, fuera de la ciudad. Esta vez, el fantasma Hardy Peter Pan habìa decidido seriamente: estudiar el cementerio. Estaba interesado en comprender sobre còmo funcionaban los cementerios. Por supuesto allì estaban enterrados muchos de los habitantes de la ciudad. Él queria investigar todo esto, por su propia cuenta. Por ejemplo se preguntaba a menudo, si aquellos que en vida se fueron, volveran... “¿se fueron?, ¿a donde?” pensaba. Para èl, era natural llevar preguntas como estas, desde que vivìa en Virundo.
¿Pero cuàntos muertos estaban descansando en paz en el cementerio?; incluso interrogantes como esta, pasaba por su cabeza . Desde luego no podìa saberlo todo esto. Asì que, era mejor hacer algo.
El dìa anterior, sigilosamente habìa entrado a una tienda de librerìa y robò un cuaderno y una tinta, para llevar bajo la tùnica negra, por sì acaso.
Ya sabemos que si alguien lleva bajo el brazo un cuaderno en blanco y una tinta, casi seguro podemos pensar que va a plasmar algo. Quizas eso sea la razon por lo que Hardy Peter Pan robò el cuaderno. Quien sabe para hacer un anote o un registro o un diario… todas esas cosas.
Finalmente èl es quien decide hacer lo que quiere. Aunque ya sabèis, lo que él desea es: hacer un estudio en el cementerio, por què no decir también al cementerio?.
Y , asì que, el fantasma Hardy Peter Pan, volvìa a la ciudad, bajo el mismo cielo nitido.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El PRINCIPE DEL SOL y hardy peter pan


En el pueblo de virundo era casi media noche. El fantasma Hardy Peter Pan dormía profundamente en lo alto del frondoso árbol que estaba en la plaza de armas. Allí acostumbraba pasar la noche.
Se despertó. Y de repente oyó algo, como un zumbido lejano. Había estado soñando con algo. Por un segundo pensó que eran los asmáticos ronquidos del perro viejo que dormía al pie del árbol.
—Ay—dijo el fantasma para sí, y se incorporó rápidamente. Entonces miró abajo y arriba. El cielo era estrellado y sideral, pero en el horizonte lejano vio un puntito de resplandor, pensó que era alguna estrella errante. ¡Pero nó!, recordó lo que había estado soñando...
Su instinto se encendió. Y, de un salto bajó y se plantó en el suelo; corrió por una calle a una velocidad vertiginosa y trepó el mirador cerro Keskaray y llegó a la cima. Una vez allí se sentó jadeante, pero se levantó casi de inmediato.
No podía creerlo. La estrella errante que parecía venir hacia el pueblo, ahora parecía alejarse.
—¡Wuuuooouuu! —gritó el fantasma a todo pulmón. Su voz rasgó el aire y resonó en medio de la inmensa noche reinante. Entonces la estrella errante, mejor dicho, el extraño ente, después de girar venía hacia donde estaba él, esta vez. Un Ovni, un platillo volador... no podía ser, era algo diferente... para sus ojos.
Abajo ladraban y aullaban los perros. Hardy Peter Pan una vez esto, esperó a la expectativa y observó atento con los ojos bien abiertos, viendo por lo que tenía que pasar muy cerca el extraño visitante del espacio.
Se acercaba. Allí arriba la brisa gélida de la noche soplaba y los pocos hichus silbaban.
—¡Señor, por favor un momento! —gritó por segunda vez Hardy Peter Pan, saltando y agitando las manos en el aire. Entonces el extraño visitante...: era un resplandeciente personaje celestial, venían montado sobre un gran ave oscura, miró a un lado y a otro. El cóndor ladeó una ala girando para aterrizar. Y posó suavemente produciendo una ráfaga de aire y el ángel desmontó, y Hardy Peter Pan se acercó, nada cauteloso (de un tirón sacó su espada y su escudo de tapa de olla pero casi de inmediato guardó), y en seguida se sonrieron ambos. Lo reconoció, aunque no podía creerlo. A pesar de su condición sabía mucho sobre él. Era un ángel más bello que jamás había imaginado el fantasma, como si su propia imagen viva de aquel joven infortunado (aunque fiel a sus rasgos originales) hubiera sufrido una espléndida transformación o pasado por muchos programas especiales de retoque, que solamente podía compararse con el actor principal de una película taquillera del año en una pantalla.
—Ya sé quien eres—dijo de pronto Hardy Peter Pan estrechándole una mano efusivamente.
—Lo sé—respondió. Tenía un semblante sereno y como si sus pensamientos estuvieran aún perdidos en el infinito.
Dejaron pasar en silencio, casi medio minuto. De pronto, Hardy Peter Pan, dijo en seguida:
—Te han estado buscando por todas partes.
—Lo sé—dijo por segunda vez y suspiró. Al cabo de unos segundos se dirigió y preguntó—: ¿Y tú quien eres?.
—Apenas un fantasma, vivo en este pueblo... —explicó Hardy. Y de repente oyeron el resonar de la campana para llamar, y ambos lanzaron las miradas hacia abajo. Se miraron.
—¿Qué es? —preguntó, el ángel Ciro.
—Los habitantes de este pueblo se han despertado y dentro de poco se reunirán en la plaza—. En efecto, vieron desde allí arriba, cómo la gente salían de sus casas con linternas en la mano, velas y hasta antorchas. Y se encaminaban hacia el centro de la plaza de armas del pueblo, como si la asamblea estuviera a punto de comenzar.
—Tenemos que bajar. Te presentaré al pueblo y al alcalde, quien eres.
—Umm, gracias, pero ¿no?.
—No te preocupes, no hay muchos perros—le animó, cuando en verdad se multiplicaban los ladridos, aullidos lastimeros de los perros; voces y gritos de personas que se llamaban.
Entonces el ángel Ciro se acercó a su cóndor y montó.
El ave desplegó como demostrando la gran envergadura de sus alas, por unos segundos. Mientras los ojos del Hardy Peter Pan se fijaron en el ave.
—Me han regalado este hermoso cóndor—comentó el ángel Ciro al darse cuenta, como si estuviera complacido al volver montar su ave. Los ojos de Hardy Peter Pan recurrieron sobre el dorso plateado, la cabeza pelada y su collar algodonado, mientras el cóndor después de agitar las alas volvía juntarlas un poco, y a la vez, estirando el cuello hacia abajo antes de dar un paso hacia delante.
El ángel Ciro, mientras iniciaban juntos la marcha camino al pueblo, comentó:
— Las cosas parecen increíbles, el rey Pachacutec está en el Cusco. Yo siempre creí que ya no estaba, pero él...vive. Y, todo el día estuvimos volando, incluso pasamos sobre Colca y...
—¿Es macho o hembra? , disculpa la ignorancia—preguntó el ignorante Hardy Peter Pan un poco avergonzado por su limitado conocimiento.
—Caramba mirad—dijo Ciro, mientras el fantasma Hardy Peter Pan volvía mirar el cóndor. Y, explicó Ciro como si estuviera orgulloso de su ave—: los machos son los que las tienen plateadas alas y su collar blanco. Ya sabes, mirad su cresta, lo bueno es que pueden volar lejos sin cansarse y ayunar mucho tiempo—decía, mientras bajaban juntos por la ladera rocosa, camino al pueblo. El cóndor llevaba a Ciro entre saltitos, y él, iba ligeramente echado hacia atrás, aunque Hardy Peter Pan tenía que trotar para no quedarse atrás.
Después, cuando se acercaban al canto de la población:
—No sabes cuánto: todo el mundo se preguntaban de ti, cómo así te has perdido en Colca. Ya verás ahora—decía el fantasma virundino y entraron en la calle que desembocaba en el centro del pueblo en la plaza.
Cuando entraron en la plaza, estaba mejor iluminada, y casi todo el pueblo estaba despierto y reunidos allí, como si los estuviera esperándolos. Se abrieron paso entre la multitud, que los miraban conmocionados, asombrados tanto como atónitos con una mano en la boca, al extraño visitante. Luego estaban boquiabiertos todavía, sorprendidos que solamente niños o perros parecían no darse cuenta. Hasta que ambos prosiguieron la marcha hacia el fondo de la plaza, donde detrás de una larga mesa estaba sentado un personaje que parecía el principal del pueblo. “El alcalde” le susurró Hardy Peter Pan al oído.
Este era el alcalde, de cuerpo rechoncho, canoso y de rostro bondadoso.
Ciro desmontó del cóndor, y dio unos pasos hacia delante, mientras Hardy Peter Pan se quedó atrás, junto al cóndor.
—Señor alcalde—dijo el ángel Ciro del castillo, dándole una mano.
—Noo-oo-pue-doo-creer—casi gemía entre labios temblorosos con los ojos fijamente en los del Ciro como si olvidara de que tenía manos. Al fin le estrechó las manos afectuosamente a su ilustrísimo visitante—, que tú... Ciro... tú un ángel...
—Lo sé—dijo él, dándose cuenta de que los ojos del alcalde después de haber estado bien abiertos se estaban humedeciendo. Ciro miró a un lado a otro, y comprobó que también los ojos de otras personas estaban nadando en lagrimas. Él ángel Ciro en un momento pareció estar confundido; pero luego al recordar, comprendió.
—¿Qué pudo haber pasado contigo? —agregó el alcalde buscando con la mano para sentarse.
—Lo sé—dijo suspirando, como si se sintiera culpable, y agregó—: finalmente, después de todo comprenderán... Todo parece triste entre ustedes ¿verdad?—asintieron todos en silencio aunque Ciro no estaba afectado. Entonces dijo con una voz aterciopelada dirigiéndose a todos—: Y llegar a ser un ángel no es tan triste como parece o piensan ustedes aquí. Sino, hoy quiero compartir con ustedes un maravilloso mensaje que aprendí en los últimos tiempos. ¿Dónde está el señor Catequista? Quisiera que nos abra la iglesia, donde podamos oír un pasaje de las sagradas escrituras.
Entonces como si las cosas y las personas, estuvieran automatizadas la multitud se removió, hubo volcadura de las sillas, pequeños tropiezos y lloros de bebes. La iglesia estaba a solo a unos pasos de allí, a la cabeza de la plaza.
La gente se desplazó y se embotellaron dentro de la iglesia, para oír el mensaje anunciado por el ángel Ciro.
Se encendieron las luces. Y el catequista subió junto al alcalde y Ciro sobre una plataforma dorada en donde sobre una mesa yacía una voluminosa Santa Biblia, abierta, lista para ser leída, y, mientras todos prestaron atención. El catequista leyó para todos, el siguiente pasaje:
—“... los muertos mismos se levantaran de sus tumbas en aquel día y volverán a la vida para reencontrarse con sus seres queridos...”
—Gracias, por oír a todos—agradeció Ciro entonces al cabo de varios minutos de lectura, y se aclaró la garganta para dar claridad a su voz y llegarles a todos. Y continuó de esta manera—: No puedo compartir este maravilloso mensaje con ustedes sino de ésta manera. Todo esto es verdad. Os pido a todos ustedes que siempre sean justos... Yo sé que en la vida, uno se confunde..., se equivoca..., pero realmente te das cuenta sólo después. Esto es lo mejor que me haya sucedido, y que jamás imaginé. La vida sí tiene un sentido y un propósito para todos. Ya lo ven, ahora soy uno más del cielo, nunca me lo imaginé—, se miró las manos y se tocó el rostro, para cerciorarse de que era real. Y se le dibujó en el rostro una sonrisa radiante y franca (la misma sonrisa que veíamos en las primeras planas de los periódicos, revistas, internet con el fondo del agreste y asesino paisaje del Colca; nada malvado en sus pensamientos o seguramente en vida ya era un ángel, quien sabe) y todo el mundo también sonreían contentos. Entonces, aquí y allá levantaron una mano con cámara y dispararon unas cuantas flashes pero al cabo de segundos, comenzaron a humear y empezaron a toser con el olor acre del plástico quemado.
—Por favor—estiró un brazo con la palma de la mano hacia abajo como para calmarlos, y sonrió como si esto estuviera resultando una equivocación—, no pueden fotografiarme, no estoy necesitado de fama, si estoy aquí, es únicamente porque quise compartir con ustedes este maravilloso mensaje. No deseo salir en las primeras planas del periódico, que lo hagan otras personas...
—¡¿Qué decimos a Rosario?! —gritó alguien atrevido desde atrás, cerca desde donde estaba medio oculto el fantasma Hardy Peter Pan.
—Ajá—dijo volviendo curvar las comisuras de la boca para sonreír—. Ah ella..., mi enamorada que me acompañó a Colca donde me perd...
—Sí, ella—respondieron casi en coro.
—Tu padre ha dicho que mi hijo no hubiera modelado sobre la tumba de Rosario, tal como lo está haciendo ahora...
—Más bien debería plantarte una rosa sobre tu tumba—intervino una mujer como si estuviera molesta.
—Ah ella... —suspiró—. Y si pasa por aquí y pregunta por mi, por favor, entregadle esto que tengo para ella... —extrajo de su bolsillo un pequeño cofre de cristal y lo tendió al catequista, quien apresuró en guardarlo en el armario que estaba detrás de ellos.

Entonces, toda la gente, a petición del alcalde volvieron a salir a la plaza y con él también el catequista y el ángel Ciro.
Hardy Peter Pan también volvió a la plaza. Una vez todos ocuparon sus sitios, donde habían estado antes. El alcalde volvió ocupar su sillón, todo era alegría y regocijo, incluso ahora todo el pueblo parecía mejor iluminado. Y la gente ya no parecían estar como tristes ni asustados o como congelados ni asombrados con la presencia de Ciro, como hacía poco antes de esto. El propio alcalde estaba radiante e intercambiaban las palabras con sus regidores. Hasta que se puso de pie, como si la ceremonia continuara:
—Angel Ciro—dijo, con una voz grave y profunda lleno de sentimiento—, hemos oído tu mensaje. Esto nos parece un sueño pero estoy seguro de que es una realidad. Pero también cómo nó recordar, con cada fotografía tuya de tu viaje a Colca... ¿Cómo es que tú no supiste cuidarte? ¿Cómo es que la vida puede acabar así?—se le quebró la voz, y casi logra asomarle por los ojos lágrimas pero trató de sobreponerse llevando los ojos al cielo para evitar esta vez, y normalizando el tono de su voz prosiguió—: Te hemos seguido por radio, por televisión y periódico, ... cuánto hemos rogado al Señor Altísimo que estuvieras aún con vida pero... hoy eres un maravilloso ángel que estas entre nosotros, de verdad estamos contentos con tu visita a este humilde pueblo...
—Yo estoy feliz con ustedes—expresó Ciro respondiendo y el alcalde alzando la voz, con entusiastas palabras y muy emocionado, pronunció:
—Te declaramos el huésped ilustre de este pueblo y recibe esta corona en el gran Orden del Sol—y dando un paso hacia delante, el alcalde le ciñó la cabeza sobre el alborotado pelo con una cinta tejida con finos hilos de fibra de vicuña y de vivos colores: sobre la frente brilló la imagen del sol en oro con dos ojos verdes de incrustación de piedras preciosas y encima le colocó 3 desiguales plumas brillantes de un ave sagrado, y de color azul—, te declaramos el PRINCIPE DEL SOL.
El ángel Ciro del Castillo sonrió nervioso y algo incómodo a la vez con esto, como si no mereciera, realmente, ostentar este titulo, y que los virundinos le tuvieran en tanto estima. Y, se manifestó:
—La verdad, no esperaba esto—se había ruborizado—, en verdad os digo, que yo, no busco fama, pero sin embargo me llevo esto como recuerdo de este pueblo... ¿cómo se llama el pueblo?.
—Virundo—contestó el alcalde.
—Y gracias virundinos...— concluyó el ángel Ciro del Castillo ¡mejor dicho! el nuevo Príncipe del Sol.
...“!bravo!, ¡bravo!, ¡bravo!” gritaron todos y le aplaudieron largamente, hasta que la palma de las manos estaban rojas.
Y el alcalde sabiendo que Ciro se marchaba, pronunció las ultimas palabras:
—Querido Ciro te queremos aquí, vuelve cuando quieras—le abrazó.
Entonces, como había llegado la hora de marcharse, Ciro se acercó al cóndor.
—Adiós Hardy Peter Pan—le dijo, dirigiéndose al fantasma.
—Adiós, ángel Ciro del Castillo—respondió en igual manera, con un abrazo afectuoso el fantasma. Y en seguida montó sobre su ave cóndor, desde donde todavía les agitó una mano a todos, como gesto de despedida.
Y el cóndor se abrió paso. Corrió entre saltos junto a la larga mesa del alcalde tirándoles los papeles al suelo con la ráfaga del aire, al desplegar y agitar las alas, antes de elevarse por encima de las casas, con el resplandeciente ángel Ciro sobre la espalda.
El fantasma Hardy Peter Pan se había quedado de pie, y, mientras la gente lo seguían con la vista, alejarse al ángel visitante, aprovechó la distracción para desvanecerse. Una vez desaparecido, trepó como un camaleón hasta la copa de su árbol favorito, donde era su casa. Y una vez allí arriba, sentado en una rama y medio oculto entre el follaje del eucalipto, observó a la gente retirarse a sus casas en diferentes direcciones, formados en pequeños grupos, hablando y rumoreando. Mientras el cielo se preparaba pintándose de un color celeste blanco, para amanecer.

Era un nuevo día, martes.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Ubicaciòn y descripciòn del pueblo de Virundo por el fantasma HARDY PETER PAN


(“siempre sobran mil disculpas si se ha excedido”)

Uno de los distritos del departamento de Apurimac-Grau, creado políticamente en 1985. es considerado como un “distrito joven” en comparación de algunos distritos con los que limita; pero poblacionalmente antiguo, debido a restos humanos encontrados (aún estudiados en la actualidad). Tiene más de 1,000 habitantes.
El distrito de San Juan de Virundo está rodeado por altas montañas macizas y rocosas. Y yace entre la bifurcación de 3 ríos. Dos de los ríos, bajan por los márgenes: por el margen derecho río de Queuñahuaycco y por el margen izquierdo río de Palka, y el río Ñuñunya atraviesa la población separando en 2: Calvario y central, y Miraflores (anexo cercano).

Y la población se extiende a lo largo y ancho, al pie del cerro Keskaray (cuyo elevado cerro aparentemente de forma piramidal) pareciera que protege, o es por eso, también llamado El Mirador Apu (dios) Keskaray. Desde donde es posible dominar la vista de la población.

La población está formada por barriadas entre eucaliptales. Y la mayoría de sus casas son de construcción (instituciones material noble) de adobe con techos de paja (ichu) o tejas de arcillas rojizas y de calaminas. Sus calles son estrechas, siendo ampliadas actualmente con miras urbanísticos a futuro. Sus barrios más populares son: Central, Calvario y
Pampaña; y otros barrios jóvenes debido al crecimiento de la población como: Bellevista, Ojccopata, Yurayurac... y Tintimpata. Además de sus anexos: Tambo, Huancarani, Miraflores y Kenekella.
Asimismo se cuenta con los siguientes servicios: agua potable, desague; servicio de comunicación-señal: televisión, Internet y teléfonos públicos. Y tiene acceso de carretera de Chuquibambilla, por el este (mina Sucahuaylla, Turpay) y por el norte (Piyay-Pataypampa).
Sin duda el río de mayor caudal que tiene el distrito de San Juan de Virundo, es el río Queuñahuaycco, que se origina en las altas punas y montañas (aumentando su caudal dependiendo de algunas estaciones del año). El mismo que se juntará al pie del pueblo con otros ríos menores que son Ñuñunya y Palka y para después llamarse Río Virundo. A la vez, este se unirá con otros ríos Occoncca y Turpay-Mamara, y más adelante para formar Río Apurimac o Amazonas.
El pueblo de Virundo, lo mismo tiene 4 salidas de caminos (herradura) por el este: Chacapampa hacia Turpay; por el oeste: Qorahuari-Yuraccacca hacia Huaquirca; por el sur: Queuñahuaycco-Huancarani hacia Totora-Oropesa y Mollebamba y por el norte: Virundoccasa-Piyay hacia la capital de la provincia, Chuquibambilla.
Las tradiciones del pueblo es mestizaje, y cómo nó también es de influencia de los Chunvivilcanos (carahuatanas): doma de potros, corrida de toros y otros, aunque con estilo propio. El pueblo de Virundo es mágico e inspirador, pareciera que estuviera envuelto en un misterio. Sus bailes: Huaylía Gía... y sus danzas festivales: Añaz Sipiy, Chuño Saruy, Huaccati Kastilla, Huatía Pampay, Apu Keskaray Tinkay, ...; Cuentos de fantasmas: Kori Toro, la campana encantada de Virundo... y de muchos otros...

lunes, 10 de octubre de 2011

EL CUMPLEAÑOS DE PÀ

Yo no sé como comenzar esto para justificar. Sabéis que yo, normalmente no acostumbro escribir sobre cumpleaños; pero esta vez, me siento obligado a hacerlo (con el perdón de la comunidad de la red). La razón: EL CUMPLEAÑOS DE PAPÁ. Si alguno de ustedes encontráis esto, os pido perdonad, por decir en este blog públicamente...?.

El 8 de octubre era el cumpleaños de pá. Y yo no pude viajar, a pesar de la insistencia de Amancio, Fredy y Wilar (hermanos). Recuerdo lo que me dijo Amancio:
—Vamos hermano, anímate pasaremos buenos momentos al lado de papá... —. Y yo le respondí:
—No puedo, no podré... —Reflexiono ahora ¿qué idea tenía en la cabeza?.
Claro, quiso saberlo: ¿porqué?, me preguntó. Y frente a esta pregunta, no supe qué decirle.
—Estoy mal parado—me limité a decirle esto, a modo de chiste pero no era un buen chiste.
Tal vez lo que yo deseaba comunicarle era (por no explicarle claramente el motivo o sea, estar mal parado para mi), era tener dinero. Dinero, dinero... ¡cuántas cosas se pueden perderse por culpa del dinero o ganar con el dinero. Eso es, el poderoso caballero don dinero.

Y no voy a decir, a qué distancia de PÁ me encuentro, estoy lejos, en alguna ciudad del país. Lo peor, con poco dinero. Y para llegar a donde está pá, tienes varios días de viaje.
Él se encuentra en Virundo; para quienes no tienen idea, el pueblo de Virundo está un poco perdido en el interior del Perú. Está un poco escondido en algún lugar de Apurímak, un departamento de una geografía difícil.

Yo no sé como habrán celebrado, el cumpleaños de papá. Espero que papá haya disfrutado los buenos momentos al lado de la mayoría de sus hijos. Eso espero.Ya han pasado varios días; y yo estoy aquí, en mi habitación escribiendo estas lineas, entre cuatro paredes.
Mientras tomo una taza de café, todavía recuerdo lo que Amancio me dijo: “vamos, hermano, anímate: pá nunca ha jugado un partidito con nosotros y esta vez, jugaremos un partidito".
Es verdad. Dijo esto, tal vez, por la misma razón de que en verdad, papá nunca ha jugado un partido con nosotros; ni en sueños.
Él está siempre serio, como si estuviera amargado, por las cosas desagradables de la vida. Ahora comprendo que la vida no es del todo agradable. La verdad también está viejo, así está en su última foto. Él nació en 1955.
Y, por otro lado no puedo creer que esto esté pasando.

4

Y por último, a mi no me gustan los cumpleaños. ¡¿Quién los ha inventado?! ¿Algún día no inventaran para detener?. Sobre todo si ya has pasado los 20, 30... diantre, no me suena bonito, eso de CUMPLIR UN AÑO MÁS: te vez más viejo, que el año anterior.
Espero que pá haya pasado lo mejor, al lado de mamá y hermanos. Ojalá Wilard, Fredy y Amancio hayan jugado con él un partidito, 2 a 2, y mamá espectadora y Rosy...?. Veamos qué (me) cuentan cuando vuelven los hermanos.
Si me cuentan algo interesante, volveré escribir estas lineas.


Feliz Cumpleaños papá, Wilton.

sábado, 24 de septiembre de 2011

ABIGEOS SE LLEVAN VACAS DE GRAU-VIRUNDO


Tengo una recompensa de S/.1,000 soles, para las personas que tengan una una informacion o pista de los abigeos que se llevaron una tropa de ganado vacuno. Las vacas bravas de buenas razas son de la propiedad del sr: LEONARDO QUISPE VELÁSQUEZ. Este robo sucedió en el pueblo de Virundo, aproximadamente hace dos semanas (10 de setiembre 2011) del lugar llamado TOTORAPAMPA,   a unos 10 km del distrito de VIRUNDO-provincia Grau - Apurimac. Las caracteristicas de las vacas son :
1 vaca color jkassa con un becerro del mismo color
1 vaca color Blanca shekchi moro con una becerra del mismo color
1 vaquillona color negra alka chanca ( preñada)
1 torete negro más o menos de 4 años.
4 toros bravos negro ,moro , alka, jkasha todos bravos también.


Cualquier información escribirnos a este correo,  leonardoquispevelasquez@hotmail.com, o también a soyelbuho@hotmail.es , o también llamar tl.  083-830027 virundo O marcar al nro. 280-0085. El nombre de la persona se reservará discretamente y recibirá una buena gratificacion, tendrá la recompensa. Ayúdanos a encontrar!


Nota: supuesta pista Cotabambas, Pachaconas, Santotomas, Chumbivilcas.


viernes, 23 de septiembre de 2011

RECOMPENSA s/.1000.00 VACAS ROBADAS VIRUNDO

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Tengo una recompensa de S/. 1000.00 soles, para las personas que tengan una información , referencia o pista de los abigeos que llevaron una manada de vacas bravas de pura casta de la propiedad del Sr. LEONARDO QUISPE VELSQUEZ este robo sucedio aproximadamente 2 semanas( 10 de setiembre del 2011) del Lugar llamado TOTORAPAMPA a unos 10 kilomestros del Distrito de VIRUNDO provincia Grau- Apurimac.

LAS CARACTERÍSTICAS DE LA VACAS ROBADAS SON :
1 vaca color jkassa con un becerro del mismo color
1 vaca color alka chanca con una becerra del mismo color
1 vakillona negra
1 torete negro
4 toros de diferentes colores todos bravos


Cualquier informacion discreta de las personas escribir a este correo leonardoquispevelasquez@hotmail.com (aquispesoto@hotmail.com, wilardqs2007@hotmail.com, xmichael88@hotmail.com, pezespada2007@hotmail.com)soyelbuho@hotmail.es o llmar al telefono 083-830021 de virundo tambien al 280-0085


VIRUNDO-GRAU...

domingo, 12 de diciembre de 2010

miércoles, 27 de octubre de 2010

Bromas pesadas



Existen un sin fin de vídeos en el intenet, de bromas. Pero ninguna como esta que me llama atención. Cuando una broma es demasiada pesada, es imperdonable. Incluso puede traer resultados fatales.
El presente vídeo, muestra a un hombre descansando apaciblemente en un jardin, y sus bromistas le hatan una sarta de cohetecillos a sus zapatos. Y después como si esto fuera natural, le prenden fuego.
La persona victima es arrancado de su profundo sueño, cuando los cohetecillos comienzan a estallar. El hombre en su desesperación durante algunos segundos gatea en busca de refugio. Yo sé de esto muchos disfrutan pero no es correcto.
No se puede hacer una broma así.
Sin duda alguna, bromas como ésta no tiene perdón, evítese una tragedia.
Pues, muchas personas han encontrado muerte así, o han quedado seriamente lesionados, hasta quedarse en silla de ruedas. Ni es correcto, los deportes muy arriesgado, aunque aveces digo que sí.
Pero lo único que no deseo para esas personas, es que se queden dañadas.

GRAN CORRIDA DE TOROS


¿Y como son las corridas de toros? le pregunta una niña a su padre y él responde:
_ Así.

Obviamente en el futuro hasta será así...

jueves, 5 de agosto de 2010

LOS TIROTEOS EN UNA CALLE



Muy divertido. Un grupo de chicos aparentemente fascinerosos desatan una balacera en una calle destrozando toda cosa y aparentemente hay muertos. Es una parodìa de enfrentamientos en las calles por una mafia de entre pistoleros.
Excelente juego y programas para video juegos.

viernes, 30 de julio de 2010

UNA ENTREVISTA A UN POLITICO



Un curioso reportero entrevista a un cabrìo macho, mientras el animal responde pero con escupitajos mujidos.
Y la verda es que hay entrevistas de todo tipo, y èsta es la mejor.

miércoles, 21 de julio de 2010

CARAS HORRIBLES



¿Alguna vez has visto caras horribles? como tu cara no. ¿Pero has visto otras caras? Si no has visto veìs aquì, un video escalofriante de tres divertidos personajes.
Y como para que te pongas piel de gallina.

Risas-

domingo, 11 de julio de 2010

LOS PEORES ACCIDENTES


Las peores accidentes. Aveces suceden accidentes escalofriantes como lo que vemos a continuaciòn en el video en honduras donde una niña perdiò la vida de apenas 15 años.
y hay accidentes por dos razones, por negligencia o por fallas mecànicas.

lunes, 5 de julio de 2010

LIBERTINAJE O LIBERTAD



Y el echo que la libertad de la moda o el estilo de vida a evolucionado, y el nudismo u otras formas de manifestaciòn ha estado siempre presente en las calles de las ciudades populosas. Cualquiera de estas formas de vida estarìa dentro de su cabal pero siempre en cuando que no sea una exageraciòn o ofenda a la comunidad.

Aunque por ahì dicen vive como quieras o vistete como te da la gana.

Plis

martes, 29 de junio de 2010

ADELANTOS DEL 2010



Y todo lo que se puede adelantar del estreno mundial en este año de la saga de los libros Harry Potter basados en la tradiciòn britànica. Las peliculas algunas llevadas por Warner Bros por supuesto que ha tenido una acogida mundial.

domingo, 27 de junio de 2010

EL AGUJERO AZUL DE 202 METROS



En este video (cuyo procedencia es de un blog importante en español), encontramos a un campeòn mundial en nataciòn Guillaume Nery descendiendo a un agujero marino carente de oxigeno. Este nadador sin tanque de oxigeno, al menos descendiò unos 100 metros de profundidad.

Y si desea leer màsAQUI

ESCULTURAS EN ARENA




Y los escultores no solo trabajan tallando piedras o en madera para manifestar sus obras. Presentamos aquì las esculturas en arena aunque resulten escalofriantes las imagenes, donde retrata probablemente a un satàn.
Y si quiere ver màs imagenes ÁQUI